Mexican e-mommie en Nueva York

miércoles, 16 de julio de 2008

Antes de la tempestad...

Este mes que ha transcurrido desde mí última publicación ha estado inundado de una extraña calma. He tenido un tipo de paz espiritual y emocional que únicamente se presenta anticipando una tempestad. Y es que ya a los 8 meses de embarazo, tengo que estar lista para que en cualquier momento, este nuevo y hermoso bebe llegue a cambiar nuestras vidas por completo nuevamente. Mi vida, la de mi amado y la del patrón por supuesto.


Primero que nada, el médico me informó después de realizar un ultrasonido, que el bebe estaba atravesado y que había una posibilidad de que tuviese que tener otra cesárea en caso de que no se acomodara de cabeza debidamente a tiempo. Esto me trastornó un poco ya que después de mucho autoconvencerse, ya me había preparado emocionalmente para intentar esta vez un parto natural y poder vivir la experiencia completa de dar a luz, incluso considerando no pedir anestesia, para lograr el máximo efecto de realismo y lucidez. Hay que considerar que el parto del patrón fue una cesárea de emergencia, que a pesar de que transcurrió sin muchas complicaciones (a excepción de que no me hizo efecto la anestesia en la parte final de la operación, justo cuando estaban cortando el útero, y sentí como si me estuvieran apuñalando mientras sacaban a mi patrón del vientre) y me recupere relativamente rápido, no tuve oportunidad de asimilar mucho esta experiencia. Todo transcurrió demasiado rápido; Mi labor de parto, las contracciones, la operación, etc. El chiste es que cuando finalmente ya me había vendido la idea de que me iba a convertir en súper mama y me iba a aventar al natural, me salen con que a lo mejor siempre no se puede. Hace dos días, tuve otro ultrasonido y parece que el bebe ya decidió cooperar y ya esta acomodado. Espero que permanezca así.

Los días en este mes pasaron en relativa calma, y aunque el patrón esta cada vez mas energético y demandante de mi atención, parece que las hormonas han tenido en mi un efecto tranquilizante (en contraste con el resto de mi embarazo en donde la ira y la falta de paciencia hacia mis seres amados había prevalecido). Ahora cuando el patrón hace un berrinche o me grita o desobedece, ya no me altero, simplemente o lo ignoro o me río. Pienso que Dios me esta dando permiso de relajarme, de disfrutarlo al máximo, incluso en sus momentos difíciles, antes de que venga el ”pequeño usurpador” a quitarle la mitad de mi atención y de mi tiempo.

Este periodo de tiempo que nos queda a el y a mi como la entidad que hemos conformado estos mas de dos años, pienso disfrutarlo al máximo. Cada momento quiero vivirlo como si fuera el ultimo, porque una vez que nazca el nuevo bebe, las cosas nunca serán las mimas. Mi pequeño patrón será nombrado el hermano mayor de ahora en adelante y su vida tendrá nuevas responsabilidades que solo pensarlas, me hacen querer llorar, ya que dejara de ser mi pequeño, para ser mi apoyo.

Ayer, llegaron mis papas de México a pasar 3 semanas con nosotros. Doy gracias a Dios por tenerlos aquí conmigo y por ayudarme a que esta ultima etapa del embarazo sea mas placentera para mi con su ayuda y compañía, y secretamente le pido a Dios que deje que el bebe venga mientras ellos estén conmigo, claro, sin comprometer la salud o integridad física de mi hijo, pero secretamente anhelo el poder estar rodeada de mis seres queridos en esta transición de vida, en donde mas que nunca, necesitare de el apoyo y ayuda de la gente que me quiere, no para mi, sino para que le den todo el cariño y atención a mi pequeño patroncito, ahora que nuestras vidas cambiaran para siempre.
 
Mothers For Social Drinking