Mexican e-mommie en Nueva York

viernes, 15 de diciembre de 2006

"Que fácil es hacer amistades cuando uno es mamá"

Si, yo nunca he sido amiguera, es verdad. Tengo buenos amigos de la infancia a los cuales ya no frecuento, pero se que estan ahí si los necesito. Cuento con los dedos de una mano, las amistades que he hechco a lo largo de mi vida como adulta, y las aprecio y valoro con todo mi corazón. Sin embargo, ahora que ya soy madre, muchos de estos vínculos se han descuidado debido a que mis prioridades en la vida han cambiado, y supongo que me he convertido en una persona aburrida, para ellos, ya que el 80% de mis conversaciones giran en torno al nuevo dueño de mi vida, ese pequeño ser de tan solo 8 meses y medio de vida que domina y determina mis dias, mis planes, mis actividades, intereses y prioridades... MI HIJO.

Sin embargo, ahora que soy mama, nunca me había encontrado con tantas amigas a mi alrededor. En su mayoría, si no en su totalidad, otras madres viviendo una situación igual a la mía. Ex profesionistas, preparadas, educadas y jóvenes que decidieron dejar a un lado sus aspiraciones profesionales para darle entrada al milagro mas maravilloso, el ser mamá y criar y educar a sus hijos.

Mi teoría es que todas las mujeres que estan viviendo lo mismo que yo tenemos un imán que nos hace identificar a otra de las miembros de esta sociedad de la maternidad a mas de 100 metros a la redonda, porque de cierta manera, somos empáticas a los cambios que estamos experimentando: encontrarse de pronto con la realidad de que ahora, ya no nos levantamos en la mañana, nos arreglamos y nos vamos a trabajar, inmersas en un mundo de juntas, citas, entregas de trabajos, compromisos profesionales y estres laboral. Ahora nuestra vida gira en torno a cuantas horas deciden nuestros pequeños dictadores dormir, a cuantas onzas de leche han consumido y a que no tengan demasiados moquitos o gases que interrumpan sus actividades normales como comer dormir y jugar.

Este cambio definitivamente es sumamente gratificante, pero ciertamente, es dificil pasar por esta transición, esta metamorfosis que estamos viviendo de pasar a ser una jóven profesionista, a una mujer... una madre.

Pero gracias a la sociedad secreta, ahora nos tenemos unas a otras. Las amistades son sinceras y los vínculos se forman rapidamente. Tenemos que apoyarnos las unas a otras en esta nueva vida. El metro, el parque, el super, hasta la calle pueden ser lugares apropiados para generar un nuevo vínculo, una nueva amistad. Asi es, hasta el caminar por la calle, paseando a mi hijo en su carreola, es una oportunidad de compartir una timida sonrisa con alguna otra madre que haga lo mismo, como de reconocimiento al esfuerzo que se que ella también esta haciendo y el sacrificio al cual ella se esta sometiendo para ser una buena madre.

Soy muy afortunada. tengo amigos de toda la vida, amigos de mi vida adulta y ahora, mis muy queridas amigas y miembros de la nueva sociedad secreta de la cual ahora soy miembro....

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