Mexican e-mommie en Nueva York

miércoles, 21 de febrero de 2007

Hoy...Hace un año

Hoy por la mañana, mientras reflexionaba sobre el miércoles de ceniza, me cayó el veinte de lo rápido que ha transcurrido este año.

Hoy... hace un año, aún estaba embarazada, en mi 6to mes, aún trabajaba en Banamex, aún vivía en México, aún contaba con mi tiempo y aún dormía por las noches plácidamente "como bebé". Jejejeje, esa expresión de "dormir como bebé" es tán ilógica, pero eso no lo sabe uno hasta que no tiene un bebe verdad? Los bebes NO DUERMEN BIEN, así que desde que soy madre, no he vuelto a utilizar esa expresión en mi vocabulario.

En fin, ya me estoy descarrilando de la idea principal que es, que ya pasó un año!

Mi pasado miércoles de ceniza, lo pasé como cualquier otro día de lo que era antes mi vida como profesionista. Me levanté temprano, me subí en mi carro y me pasé una hora en el tráfico de la ciudad de México antes de llegar a trabajar. Llegue al Banco y me fuí a comprar mi café diario con mis colegas y amigos Gabriel, Laura, Mariso y Yola. Me senté en mi lugar y me puse a supervisar la liberación de la "Estrategia semanal en inglés" que es un reporte que nos mandan los miércoles, y la "Estrategia diaria" y "Reporte de apertura", todos estos, una colección de reportes financieros que se publican diariamente en el portal de banamex.com.
Recuerdo perfectamente como transcuyó esa mañana. Corrimos de un lado a otro presionando a nuestros usuarios para lograr terminar los proyectos pendientes como siempre, pero lo que más recuerdo es que nos apuramos mucho para poder terminar antes de las 2 de la tarde, porque habíamos decidido ir a comer al Mercado de Santa Fe antojitos mexicanos ese día. La selección gastronómica era impresionante ahí. Lo tlacoyos y sopes fritos en aceite, cubiertos de frijolitos y carne o pollo, bañados en salsa verde y cubiertos de quesito fresco, o las enchiladas o enmoladas, bañadas en la salsa de preferencia. todo esto acompañado con un rico y refrescante BOING sabor Guayaba...

En fin, al terminar la comilona, regresamos en un microbus al banco, todos apachurrados en el interior, intentando esquivar a los otros pasajeros y sus partes privadas que gustan arrimarle a uno, asi como los olores que luego tienden a impregnar el microbus completo. Suertudos nosotros, el trayecto solo fué de unas cuantas cuadras. Llegamos al banco y justo en la esquina, se encontraba una persona dando la ceniza a todos los católicos que por encontrarnos sujetos al trabajo, no podíamos ir a una iglesia a recibirla. y asi lo hicimos.

El resto del dia ya no lo recuerdo, pero me imagino que por lo avanzado de mi embarazo y el volumen de mi panza, en combinación con los tlacoyos que me comí, estuve inflamada el resto del dia.

Hoy, una año despues, ni trabajo, ni tengo carro, ni duermo en las noches, y lo mas parecido que tengo a los tlacoyos que me comía en el DF, es un restaurant de comida TEX-MEX por donde vivo o la breve selección de productos mexicanos que encuentro en el super cerca de mi casa. Hoy si tengo tiempo de caminar a la iglesia para recibir mi ceniza, y no vivo deprisa.

Extraño mi vida de hace un año, es cierto, a veces mucho y a veces nada. Mas mucho que nada de ser honesta, pero ahora tengo un hijito, que el día de hoy se paró solito por primera vez por mas de 30 segundos. Hoy ya no corró a liberar reportes financieros, ni participo en juntas importantes, pero soy anfitriona de grupos de juego con otras mamas y sus bebes. Hoy no soy profesionista, soy educadora, formadora de otro ser humano, y mas que nada, testigo fiel de el desarrollo del un ser humano, que día con día descubre cosas nuevas, sabores, olores y sensaciones. Hoy... un año después soy madre... y aunque nostalgica de lo que fuí, soy felíz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoooooola! está increíble la nueva moda de los blogs, brinda la oportunidad de sentirnos más cerca a pesar de los kilómetros de distancia, pero sobre todo de compartir momentos importantes.
Disfruta de este espacio de expresión y desahogo que para mi sirve de contacto con la amiga que tanto extraño.
Un beso, Vero.

 
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