Recién nacidos, irises y playdates

Cada cosa en orden:

1. Recién nacidos:
Ayer se convirtió en una ciudadana más de este mundo Sofía, la hija de mi amiga del DF Yola. Nació sana y su mamá esta sana y feliz. Ahora es cuando la vida de amiga cambia... para siempre.
El día anterior hablamos por teléfono casi una hora y repasamos, cada cosa que llevaría al hospital y los procedimientos a los que se vería sometida al día siguiente. Me sentí como una madre veterana, dando consejos no solicitados, y hablando ya con la experiencia fluyéndome por cada papila gustativa de la lengua. Mi hijo ya va a cumplir un año, y en este periodo de tiempo, he pasado por tantas cosas!!! Al colgar con mi amiga me sentí satisfecha de saber que ahora yo podría estar ahí para resolver sus dudas, o para consolarla si se deprime. Ahora, yo podré pagar un poco de la deuda que he acumulado con todas las mujeres maravillosas que he conocido desde que me convertí en mamá, y con las que ya conocía, como mi mama. Finalmente, hoy empiezo a pagar deudas ante la Sociedad Secreta de la Maternidad.

2. Irises:
Mi amadísimo esposo tiene el maravilloso hábito de regalarme flores. Y aunque el pobre últimamente no ha hecho mas cosa que trabajar como negro para vivir como blanco(perdón papi), ayudarme a mi con cosas de la casa y pasar tiempo con el patrón, yo no se cómo todavía ha tenido cabeza para mandarme irises. mis flores favoritas. Las que porte en el ramo de novia cuando nos casamos. Mi amado esposo, puede tener mala memoria para muchas cosas, pero para lo importante, no. Aunque acabo mas y mas cansada por las noches porque el patrón ya pesa unos generosos 9 kilos y medio (aunque creo que ya mas bien pesa como 10), me siento mimada, consentida y amada. Peeeero mas que nada, mi amado me hace sentir que existo, que importo y que soy amada. Y yo, lo amo a el. Con más intensidad que nunca, con una madurez que nunca había imaginado que existiera, con paciencia (a veces) y con tolerancia (a veces también, verdad amor?). Hoy mientras espero a mi esposo llegar del trabajo, ya tarde, miro hacia la ventana y admiro su regalo... y suspiro, y me siento querida.

3. Playdates:
Primero que nada definiré este término anglosajón para aquellos que no mascan nada de inglés (ejem... gaboberto, perdón). Un playdate es una reunión de mamás que se reúnen con sus hijos para dos propósitos. El primero, que sus hijos convivan y jueguen entre ellos, que compartan sus juguetes y que formen lazos de amistad. El segundo, aunque debo de aclarar que el orden de prioridad es de ser honestamente sincera, al revés, es para que las mamás convivamos con otras mamás, nos relajemos, nos echemos unos buenos drinks y botaneemos un poquito, y mas que nada, que podamos desahogarnos entre nosotras, platicando de las cosas que solo puede uno compartir entre otras mujeres, Muchas veces, las platicas se centran en nuestros hijos, en las nuevas técnicas de alimentación orgánica, o el juguete educativo del momento, peeeeero, también hay veces en donde hablamos de nosotras. Compartimos nuestros sueños, antes de tener hijos y después. Compartimos nuestras frustraciones, nuestros deseos, nuestros relatos de amores pasados, y de nuestros amores para toda la vida. A veces, platicamos hasta de películas que ya solo podemos ver en DVD, o de libros que leímos antes de ser madres. Pero más que nada, somos amigas. Prestamos un oído y un hombro a la que lo necesite, y nos enojamos junto con la que llegue enojada por algún problema. Nos hacemos compañía, y mas que nada, nos hacemos mas llevadera la soledad que implica el ser madre que se queda en casa. Nos terapeamos, y entre todas evitamos que alguna de las del grupo caiga en depresión. Nos reímos y lloramos. Poco a poco, nos estamos convirtiendo en la familia de las que no tenemos familia cerca de casa.

Hoy por la noche antes de dormir, tengo mucho de que dar gracias. Primero que nada por Sofía y mi amiga Yola que están bien. Después por tener un esposo maravilloso y al hijito que ilumina mi corazón con tan solo una mirada. Y finalmente pero no con menor importancia, por mis amigas. Por las que están cerca y por las que están lejos. Porque cada una de ellas comparte o ha compartido conmigo episodios de mi vida que me hacen ser quien soy hoy.

Espero dormir bien, pero como ya todos lo saben, solo eso Dios y el patrón lo saben.